El running es vida

El running es vida

Lo que pasa en el running pasa en la vida, y viceversa

Cada mañana disfruto de salir a correr, ya sea solo o en un grupo. Lo que me gusta de correr en grupo en Kenia es que mientras se corre nadie habla, vamos todos concentrados, tratando de hacerlo lo mejor posible, y correr se vuelve algo muy parecido a la meditación. Al correr uno descubre algo muy importante que es el autodiálogo. Aprendes que lo que hacen las piernas depende, en gran medida, de lo que dice la mente. Tenemos una voz interna que empieza a decirnos “hoy estás cansado”, “hoy hace un poco menos”, y si uno aprende a dominar la mente puede cambiar el mensaje que uno se dice y, si cambiamos esos mensajes, cambia lo que sentimos y si cambia cómo sentimos cambia lo que podemos lograr. Para mi el running es para eso, es para aprender a dominar la mente y poder desplegar toda nuestra capacidad. Ahí empieza realmente el entrenamiento, todos los kilómetros previos son solo para llegar a ese momento límite de la zona de confort, y uno empieza a practicar y desarrollar la resistencia para mantenerse fuera de esa zona de confort, superar ese momento, y acceder a la recompensa que es una satisfacción y un estado de bienestar indescriptible. Y lo que pasa en el running pasa en la vida. Y lo que aprendí en el running lo uso para mi vida y llevar adelante mis proyectos.

Obviamente es mucho más cómodo quedarse acostado en un sillón, mirando una serie, y comiendo chocolates, eso es placer. Es buscar que algo externo nos ayude a sentirnos mejor y no pasa nada si uno lo hace de vez en cuando. Pero, ¿Qué pasa si uno convierte la búsqueda del placer en un hábito? El placer se vuelve un vicio, uno se vuelve dependiente de algo externo, cada vez necesitamos más, se vuelve nocivo para la salud, y por lo tanto, a largo plazo nos genera malestar más que bienestar. 

En cambio, ¿Qué pasa si uno convierte el plantearse un desafío en un hábito?... En Kenia, en vez de hacerle el camino fácil a los chicos y satisfacer sus deseos sin que ellos tengan que hacer un esfuerzo para lograrlo, los chicos tienen que ir caminando 2-3 kilómetros 4 veces al dia para ir a la escuela y volver a las casas. En St Patricks School, por ejemplo, una de las escuelas de Iten, de donde han salido muchísimos campeones del mundo y medallistas olímpicos, cuando los alumnos tienen 17 años, tienen que hacer un trekking de 80 kilómetros. ¿Se imaginan si les hacemos hacer a nuestros adolescentes caminar 80km? En ese recorrido los alumnos aprenden valores como: fé, determinación, resistencia, paciencia, perseverancia y éxito y que, en la vida, nada bueno se logra fácil.

No human is limited

Eliud Kipchoge dice que ningún humano tiene límites, y él lo demostró consiguiendo correr la distancia de maratón debajo de las 2 horas, algo que nadie había hecho antes y algo que parecía imposible. Con esta frase y con este desafío Kipchoge busca inspirarnos, no solo a los corredores y deportistas, sino también a maestros de escuela, a médicos, y a cualquier persona, a que si creemos en nosotros mismos y tenemos determinación podemos superar nuestros límites y que los límites están en las mentes.

Te puede interesar
Cerrar X